enero 06, 2008

¿Qué son las LEYES DEL PÉNDULO?



Existen Cuatro Leyes del Movimiento Pendular, a saber:

1) El tiempo de oscilación o período, Es proporcional a la raíz cuadrada de la longitud del péndulo, Es inversamente proporcional a la raíz cuadrada de la aceleración debida a la gravedad.

2) Las pequeñas oscilaciones del péndulo son isócronas, aunque su amplitud disminuya poco a poco.

3) El plano de oscilación es invariable: aunque se haga girar el punto de suspensión, el péndulo oscilará siempre en la misma dirección. Dicha invariabilidad es debida a la inercia de la materia.

4) El período o tiempo de oscilación doble es independiente de la sustancia de que está hecho el péndulo.

Dichas leyes se cumplen en cualquier lugar del universo. Para comprender esas leyes, puedes ir a siguiente página:

http://www.sc.ehu.es/sbweb/fisica/dinamica/trabajo/pendulo/pendulo.htm

Allí encontrarás todo lo que necesites saber acerca del péndulo. Si sólo necesitabas lo básico para satisfacer tu curiosidad, igualmente puedes ir al pie de esa página, bien abajo, donde verás un programa interactivo de las oscilaciones del péndulo y podrás hacer las pruebas que quieras para observar cómo se cumplen esas leyes. Puedes cambiar la longitud del péndulo y ponerlo en marcha y detenerlo para que cronometre y luego ver la gráfica resultante. 

El programa te permite seleccionar:
Mercurio
Venus
Tierra
Marte
Júpiter
Saturno
Urano
Neptuno


También puedes seleccionar para los siguientes satélites ("lunas”):
 Luna (satélite de Tierra)
Io (satélite de Júpiter)
Europa (satélite de Júpiter)
Ganímedes (satélite de Júpiter)
Calisto (satélite de Júpiter)
Titán (satélite de Saturno)


¡Es realmente asombroso! ¿Sí?... Espero te haya servido la información.

¿Por qué los Dinosaurios no se mencionan en la Biblia?


Esta pregunta tan usual, pareciera conllevar la idea errónea de que la Biblia negara la existencia de los mismos, como por ejemplo del tan mencionado Tyrannosaurus, entre otros. 

Pero no es así, no niega que existieran.

Consideremos:

En el principio, hace millones de años Dios creó el universo con sus miles de millones de galaxias cada una con miles de millones de estrellas, y también nuestro Sol, los planetas, la Tierra. 

Sabemos que es así, porque Génesis 1:1 dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra.".

Luego comenzaron periodos cuando la acondicionó, formó los continentes y mares, creó las plantas y vegetales, e hizo otras modificaciones en la atmósfera.


En Génesis 1:2-19 se le llama "día" a cada uno de esos periodos.

En uno de ellos creó aves, peces y grandes monstruos (Génesis 1:20 -22).

Entre las aves estaban incluidas las que la Biblia no menciona:


· Vultur gryphus (cóndor andino, actualmente en peligro de extinción)
· Pterodactylus (ya extinto)
· Arqueopterix (ya extinto)
· etc.


Entre los peces estaban incluidos
los que la Biblia no menciona:

· pejerrey
· pulpo
· calamar
· anguila
· bagre
· etc.




También creó animales a los que se refiere como “grandes monstruos” de los cuales subsisten las ballenas y los cachalotes, mientras que otros grandes, como los dinosaurios, se extinguieron.



Después, creó otros animales salvajes y animales domésticos (Génesis 1:24-25). Entre esos animales salvajes y domésticos están incluidos:


· gatos
· jirafas
· patos
· pumas
· tigres
· koalas
· pandas
· canguros
· etc.




La Biblia tampoco los menciona específicamente.

Finalmente creo al primer hombre y la primera mujer.
(Génesis 1:26-28).

La razón por la cual la Biblia no menciona a los dinosaurios y otros animales extintos, al igual que no menciona a muchos existentes, es porque la Biblia no es un Catálogo de Biología.





Algunos dinosaurios y aves extintas, habrán sido creados en el quinto período mencionado en Génesis, cuando la Biblia dice que Dios hizo "criaturas voladoras" y "grandes monstruos marinos", y otros. 

Si se tiene en cuenta la abundancia de vegetación que sin duda existía en el tiempo de los dinosaurios, habría sido muy apropiada la presencia de un número tan elevado de animales con un apetito voraz. (Génesis 1:20-24.)




El que la Biblia no los mencione ni indique cómo y cuándo se extinguieron, no significa que existieran por error o fueran producto de la evolución. 

Su súbita aparición en el registro fósil sin ninguna conexión con algún antecesor, y su desaparición sin dejar fósiles de transición, son pruebas en contra de la opinión de que tales animales hubieran evolucionado en forma gradual.


De modo que, el registro fósil no apoya la teoría de la evolución, sino que armoniza con el punto de vista bíblico de 
creación con un propósito definido. Es por eso que, al observarlos en algún museo, podemos maravillamos ante la evidencia de las cualidades de Dios. (Romanos 1:19-20).


Por lo tanto, el la Biblia no se mencione dinosaurios ni animales que perviven en la actualidad no es argumento válido para cuestionarla.