La “edad de piedra” es considerada parte del llamado “período prehistórico” de la existencia del hombre que habría comenzado hace más de un millón de años y se habría extendido hasta cerca del 4000 antes de la E.C.
Se la describe como: “La edad de la historia humana (que precedió a las edades de bronce y hierro) marcada por el uso de implementos de piedra”.
Existe el razonamiento de que el hombre habría evolucionado gradualmente y usado herramientas “primitivas” y que con el transcurso de miles de años, llegó a emplear herramientas de metal. Pero no hay registros escritos y por lo tanto, forma parte de lo que se llama pre-, o “antes de,” la historia. Así es que usan suposiciones como base para las fechas. Por ejemplo, cuando se halla una “herramienta de guijarro” de forma ovalada, se interpreta que es más vieja que una “herramienta de hoja” de pedernal.
Las fechas de ciertos análisis denominados relojes radiactivos no corroboran tales afirmaciones y hasta se ha puesto en duda la confiabilidad de esos métodos de medir el tiempo cuyos resultados dependen de especulación.
A veces se desprecia el relato de la Biblia cuando dice que la humanidad ha estado en la Tierra por sólo unos 6.000 años. No obstante, puesto que únicamente la Biblia provee un cuidadoso registro fechado que se remonta al tiempo de la creación del hombre y considerando la confiabilidad de la Biblia en asuntos de historia, puede aceptarse lo que dice acerca del origen del hombre.
Pero la Biblia no da razones para creer que el hombre haya evolucionado durante miles de años de “prehistoria.” Y no puede alegarse que se equivoca sencillamente porque los evolucionistas le asignen edades arbitrarias a las herramientas de piedra.
Pero puede que alguien cuestione que si el registro de la Biblia es correcto ¿cómo pueden los miles de hachas de piedra, las puntas de flecha y otros artículos de esa clase que indican ‘culturas de herramientas de piedra’ encajar dentro de los 6.000 años de registro histórico de la Biblia?
Considere la explicación en el libro de Génesis.
En la séptima generación después de la creación de Adán, la Biblia dice que vivió un hombre llamado Tubal-caín. Él fue “forjador de toda clase de herramienta de cobre y de hierro.” Es posible que el hombre haya usado solamente implementos de piedra antes del tiempo de Tubal-caín. Pero durante su vida se forjaron el cobre y el hierro. Esto no significa necesariamente que todos los hombres hayan poseído esas habilidades.—Gén. 4:22.
Morteros de piedra que encontrados son iguales a los usados hoy. |
Sin embargo, muchos de sus contemporáneos probablemente no poseían esta habilidad. O se establecieron en zonas donde escaseaban los yacimientos de metal.
Considere por ejemplo, los primeros grupos que quizás se hayan abierto camino desde las montañas de Europa central a las tierras bajas del territorio moreno de Dinamarca. No habrían encontrado una gran cantidad de metales, aunque más tarde algunos sí aprendieron a labrar los yacimientos de limonita porosa. Principalmente utilizaron la abundancia de pedernal en la zona, edificando una cultura de herramientas de piedra.
Por lo tanto, fue al mismo tiempo que florecieron pueblos que labraban tanto la piedra como el metal. Pero esto no debería ser sorprendente.
Los pueblos que labran la piedra y el metal conviven hasta nuestro tiempo. La World Book Encyclopedia dice: “En algunas zonas aisladas del mundo casi toda la técnica de hacer herramientas de piedra conocida en el pasado continuó en uso hasta los años 1900 d. de J.C.” Sí, mientras que la tecnología moderna lleva a hombres en transbordadores espaciales, otros continúan usando herramientas de piedra.
El que actualmente algunos sigan utilizando estos molinos demuestra que muchas de las herramientas se piedra fueron contemporáneas a las de cobre y de hierro. |
Armas blancas de bronce |
Hoy también se utilicen herramientas de bronce, pero no estamos en esa "edad" |
Hoy usamos iguales hachas de hierro por eso, antes no eran "atrasados" |
En un tiempo las herramientas hechas cuidadosamente de piedra hicieron todo su trabajo. No obstante, a los héta se les dio a conocer el hacha de metal desde el exterior de la selva. ¿Eran demasiado atrasados para ver sus ventajas? ¿Les llevó muchas generaciones de evolución para que empezaran a usar las herramientas de metal? No. Abandonaron sus herramientas de piedra sin la menor vacilación. El cambio ocurre tan velozmente que por lo general no hay nadie alrededor para notarlo.
Así es, hasta en la actualidad han existido pueblos que usan herramientas de piedra.
Del mismo modo, pueblos similares han convivido con culturas “adelantadas” durante gran parte de la historia del hombre. Por eso, el relato que da la Biblia acerca de la dispersión de los hombres por toda la Tierra, está en armonía con lo que puede comprobarse. No hay razones para negar el relato de la Biblia.
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