Algunos no se dan cuenta que la mismísima primera frase de la Biblia (Génesis 1:1) dice: “En el principio Dios creo los cielos y la tierra”
Si se lee bien, la Biblia no da fecha de creación de la Tierra ni del Universo.
Por otra parte, la observación de las estrellas y galaxias cuyo espectro de luz tienen un corrimiento hacia el rojo, así como la radiación de fondo nos hacen comprender que el Universo está expandiéndose en todas direcciones. Esta expansión hace parecer que las galaxias distantes se alejan de la Tierra y unas de otras a gran velocidad.
La edad de la Tierra, según varios métodos de fechar mediante la radiactividad llamados “relojes”, podría ser de "solamente" unos 4.500 millones de años.
The Age of the Earth by Chris Stassen
Pero sin duda, estos números nos sorprenden y llenan de asombro, además de que generan preguntas filosóficas acerca de nuestra existencia.
Los que leen la Biblia con mente imparcial, librados de ideas preconcebidas y doctrinas fundamentalistas, descubren con asombro que la Biblia no está opuesta a la ciencia. Y que la ciencia verdadera tampoco contradice a la Biblia.
Digo ciencia verdadera porque ha habido y puede haber ciencia que no lo es. Por ejemplo, antaño, los científicos llegaron a conclusiones erróneas como la del heliocentrismo, que la Iglesia Católica incorporó como artículo de fe y doctrina, llegando hasta a condenar a los que se oponían a esa “ciencia” helio-centrista.
Pero siguiendo con lo de leer la Biblia, si leen nuevamente –o leen por primera vez–, verán entonces que “el principio” no define tiempo. También notarán que la palabra “día” no aplica solamente a 24 hs. sino a veces a menos tiempo (como el tiempo en que el sol la ilumina... “diurno”) y otras veces a más tiempo (días en el sentido de "eras"” que pueden ser hasta de miles de años) pero no quiero transcribir textos bíblicos porque es preferible que la lean directamente.
Todo ello nos lleva a la lógica conclusión de que la ciencia verdadera no contradice a la Biblia. La ciencia sólo puede contradecir enseñanzas erróneas de algunas religiones y/o lo que se dice que la Biblia dice, aunque no lo dice (si se llevan de cuentos).
Por eso es necesario leer y estudiar la Biblia.
El que quiera saber, el que quiera aprender puede aprender. Pero pienso que los creyentes pueden practicar libremente su culto y creer en lo que quieran, y los ateos gozan de iguales libertades para no creer lo que no quieran.
Y a mí no me gusta discutir, y esta página no es un foro de discusión ni de difusión de mis creencias. Es el lugar donde escribo sobre temas variados, por eso se llama "Algo más", donde encuentran pensamientos, cuestiones, interrogantes, análisis... un poco de esto y un poco de aquello. Sencillamente "Algo más" de las tantas cosas que quiero escribir..
